Tehilim 90

(1) Una oración de Moshé, el hombre de Dios. Señor, tú has sido nuestra morada en todas las generaciones. (2) Antes que surgieran las montañas, o antes que formaras la tierra y el mundo, desde la eternidad hasta la eternidad, Tú eres Dios. (3) Haces que el hombre se arrepienta; y dices: ‘Volved, hijos de los hombres’. (4) Porque mil años ante tus ojos no son más que ayer cuando pasó, y como vigilia en la noche. (5) Los arrastras como con una inundación; son como un sueño; por la mañana son como hierba que crece. (6) Por la mañana florece y crece; al atardecer es cortado y se seca. (7) Porque en tu ira somos consumidos, y por tu ira somos apresurados. (8) Has puesto nuestras iniquidades delante de Ti, nuestros pecados secretos a la luz de Tu rostro. (9) Porque todos nuestros días han pasado en tu ira; ponemos fin a nuestros años como una historia que se cuenta. (10) Los días de nuestros años son sesenta años diez, o incluso por razón de fuerza ochenta años; sin embargo, su orgullo no es más que trabajo y vanidad; porque rápidamente desaparece y nos vamos volando. (11) ¿Quién conoce el poder de tu ira y tu ira según el temor que te es debido? (12) Enséñanos, pues, a contar nuestros días, para que consigamos un corazón de sabiduría. (13) Vuelve, oh YIHWEH; ¿cuánto tiempo? Y que se arrepienta de tus siervos. (14) Oh, sácianos por la mañana con tu misericordia; para que podamos regocijarnos y alegrarnos todos nuestros días. (15) Alégranos como los días en que nos afligiste, como los años en que vimos el mal. (16) Muestre tu obra a tus siervos, y tu gloria a sus hijos. (17) Y sea la gracia del Señor nuestro Dios sobre nosotros; establece también sobre nosotros la obra de nuestras manos; sí, la obra de nuestras manos tú la confirmas.