(1) Para el Líder; con música de cuerdas. Un Salmo de David. (2) Escucha mi clamor, oh Dios; atiende a mi oración. (3) Desde el fin de la tierra te invocaré, cuando mi corazón desmaye; Llévame a una roca que es demasiado alta para mí. (4) Porque tú has sido para mí un refugio, una torre de fortaleza frente al enemigo. (5) Habitaré en Tu Tienda para siempre; Me refugiaré en el refugio de tus alas. Selah (6) Porque tú, oh Dios, has oído mis votos; Has concedido la herencia a los que temen tu nombre. (7) ¡Puedes añadir días a los días del rey! ¡Que sus años sean como muchas generaciones! (8) ¡Que sea entronizado ante Dios para siempre! Designa misericordia y verdad, para que lo preserven. (9) Así cantaré alabanzas a tu nombre para siempre, para cumplir diariamente mis votos.