(1) Asà ha dicho YIHWEH: Desciende a la casa del rey de Judá, y habla allà esta palabra, (2) y di: Oye palabra de YIHWEH, oh rey de Judá, que estás sentado sobre el trono de David, tú, y tus siervos, y tu pueblo que entra por estas puertas. (3) Asà ha dicho YIHWEH: Haced derecho y justicia, y librad al oprimido de mano del opresor; y no hagáis mal ni violéis al extranjero, al huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar. (4) Porque si en verdad hiciereis esto, entrarán por las puertas de esta casa reyes que se sentarán sobre el trono de David, montados en carros y en caballos, él, sus siervos y su pueblo. (5) Pero si no escucháis estas palabras, por mà mismo juro, dice YIHWEH, que esta casa será desolada. (6) Porque asà dice YIHWEH acerca de la casa del rey de Judá: Tú eres Galaad para mÃ, la cabeza del LÃbano; mas yo te convertiré en un desierto, en ciudades deshabitadas. (7) Y prepararé contra ti destructores, cada uno con sus armas; cortarán tus cedros escogidos y los echarán al fuego. (8) Y muchas naciones pasarán junto a esta ciudad, y cada cual dirá a su compañero: ¿Por qué ha hecho asà YIHWEH a esta gran ciudad? (9) Y responderán: Porque dejaron el pacto de YIHWEH su Dios, y adoraron a dioses ajenos, y les sirvieron. (10) No lloréis por el muerto, ni os lamentéis por él; llorad amargamente por el que se va, porque no volverá más, ni verá su tierra natal. (11) Porque asà dice YIHWEH acerca de Salum hijo de JosÃas, rey de Judá, que reinó en lugar de JosÃas su padre, y que salió de este lugar: No volverá más allá; (12) sino que morirá en el lugar adonde lo llevaron cautivo, y no verá más esta tierra. (13) ¡Ay del que edifica su casa sin justicia, y sus aposentos sin derecho, que se sirve de su prójimo de balde, y no le paga su jornal; (14) que dice: Edificaré para mà casa espaciosa y aposentos espaciosos, y le hace ventanas, y las techumbre de cedro y las pinta de bermellón! (15) ¿Reinarás tú, porque te esforzaste por sobresalir en cedro? ¿No comÃa y bebÃa tu padre, e hacÃa derecho y justicia? Entonces le fue bien. (16) Juzgó la causa del pobre y del necesitado; entonces le fue bien. ¿No es esto conocerme a mÃ?, dice YIHWEH. (17) Pero tus ojos y tu corazón no están sino para tu avaricia, para derramar sangre inocente, para oprimir y para hacer violencia. (18) Por tanto, asà dice YIHWEH acerca de Joacim hijo de JosÃas, rey de Judá: No lo llorarán: ¡Ay, hermano mÃo!, ni: ¡Ay, hermana!, ni lo llorarán: ¡Ay, señor!, ni: ¡Ay, su gloria! (19) Con sepultura de asno será sepultado, arrastrado y arrojado fuera de las puertas de Jerusalén. (20) Sube al LÃbano y clama, y alza tu voz en Basán; clama desde Abarim, porque todos tus amantes han sido destruidos. (21) Te hablé en tu prosperidad, pero dijiste: «No escucharé». (22) Asà te has portado desde tu juventud, no obedeciendo a mi voz. (23) A todos tus pastores apacentará el viento, y tus amantes irán en cautiverio; entonces serás avergonzada y confundida por toda tu maldad. (24) ¡Vivo yo, dice YIHWEH, que aunque ConÃas hijo de Joacim rey de Judá fuese anillo en mi mano derecha, de allà te arrancarÃa; (25) y te entregaré en mano de los que buscan tu vida, y en mano de los que temen; en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, y en mano de los caldeos! (26) Yo te arrojaré a ti y a tu madre que te dio a luz a otra tierra donde no nacisteis, y allà moriréis. (27) Pero a la tierra a la cual anhelan volver, no volverán. (28) ¿Es este hombre ConÃas una imagen despreciable y rota? ¿Un vaso que no se deleita? ¿Por qué han sido arrojados él y su descendencia, y echados a una tierra que no conocÃan? (29) ¡Tierra, tierra, tierra! Oye palabra de YIHWEH. (30) Asà dice YIHWEH: Escribid lo que ha de ser este hombre privado de descendencia, hombre a quien nada prosperará en sus dÃas; porque ninguno de su descendencia prosperará sentándose sobre el trono de David, ni gobernando más en Judá.