MAS el séptimo año se animó Iehoiadá, y tomó consigo en alianza a los centuriones, Azariá hijo de Jeroam, y a Ishmael hijo de Johanán, y a Azariá hijo de Oved, y a Maasías hijo de Adaías, y a Elisaphat hijo de Zichri;
Los cuales rodeando por Iehudá, juntaron los Levitas de todas las ciudades de Iehudá, y a los príncipes de las familias de Israel, y vinieron a Ierushaláim.
Y toda la multitud hizo alianza con el rey en la casa de Dios. Y él les dijo: He aquí el hijo del rey, el cual reinará, como YHVH lo tiene dicho de los hijos de David.
Lo que habéis de hacer es: la tercera parte de vosotros, los que entran de semana, estarán de porteros con los sacerdotes y los Levitas;
Y la tercera parte, a la casa del rey; y la tercera parte, a la puerta del fundamento: y todo el pueblo estará en los patios de la casa de YHVH.
Y ninguno entre en la casa de YHVH, sino los sacerdotes y Levitas que sirven: éstos entrarán, porque están consagrados; y todo el pueblo hará la guardia de YHVH.
Y los Levitas rodearán al rey por todas partes, y cada uno tendrá sus armas en la mano; y cualquiera que entrare en la casa, muera: y estaréis con el rey cuando entrare, y cuando saliere.
Y los Levitas y todo Iehudá lo hicieron todo como lo había mandado el sacerdote Iehoiadá: y tomó cada uno los suyos, los que entraban de semana, y los que salían el sábado: porque el sacerdote Iehoiadá no dió licencia a las compañías.
Dió también el sacerdote Iehoiadá a los centuriones las lanzas, paveses y escudos que habían sido del rey David, que estaban en la casa de Dios;
10 Y puso en orden a todo el pueblo, teniendo cada uno su espada en la mano, desde el rincón derecho del templo hasta el izquierdo, hacia el altar y la casa, en derredor del rey por todas partes.
11 Entonces sacaron al hijo del rey, y pusiéronle la corona y el testimonio, e hiciéronle rey; y Iehoiadá y sus hijos le ungieron, diciendo luego: ­Viva el rey!
12 Y como Athalía oyó el estruendo de la gente que corría, y de los que bendecían al rey, vino al pueblo a la casa de YHVH;
13 Y mirando, vió al rey que estaba junto a su columna a la entrada, y los príncipes y los trompetas junto al rey, y que todo el pueblo de la tierra hacía alegrías, y sonaban bocinas, y cantaban con instrumentos de música los que sabían alabar. Entonces Athalía rasgó sus vestidos, y dijo: ­Conjuración, conjuración!
14 Y sacando el pontífice Iehoiadá los centuriones y capitanes del ejército, les dijo: Sacadla fuera del recinto; y el que la siguiere, muera a cuchillo: porque el sacerdote había mandado que no la matasen en la casa de YHVH.
15 Ellos pues le echaron mano, y luego que hubo ella pasado la entrada de la puerta de los caballos de la casa del rey, allí la mataron.
16 Y Iehoiadá hizo pacto entre sí y todo el pueblo y el rey, que serían pueblo de YHVH.
17 Después de esto entró todo el pueblo en el templo de Baal, y derribáronlo, y también sus altares; e hicieron pedazos sus imágenes, y mataron delante de los altares a Mathán, sacerdote de Baal.
18 Luego ordenó Iehoiadá los oficios en la casa de YHVH bajo la mano de los sacerdotes y Levitas, según David los había distribuído en la casa de YHVH, para ofrecer a YHVH los holocaustos, como está escrito en la ley de Moshé, con gozo y cantares, conforme a la ordenación de David.
19 Puso también porteros a las puertas de la casa de YHVH, para que por ninguna vía entrase ningún inmundo.
20 Tomó después los centuriones, y los principales, y los que gobernaban el pueblo; y a todo el pueblo de la tierra, y llevó al rey de la casa de YHVH; y viniendo hasta el medio de la puerta mayor de la casa del rey, sentaron al rey sobre el trono del reino.
21 Y todo el pueblo del país hizo alegrías: y la ciudad estuvo quieta, muerto que hubieron a Athalía a cuchillo.